domingo, 30 de julio de 2017

Y llegaron las despedidas..

Esto ya sí que se acaba, llegan las despedidas, tristes pero con ganas de que pase el año rápido para que empiece de nuevo la semana grande de campamento.

Tras el desayuno comenzamos el día con la final de baloncesto con los equipos que ganaron ayer sábado, de la que ganaron el equipo de "las obesidades".

Mientras tanto, iban llegando los padres,algunos chicos terminaban de recoger sus cosas, otros animaban el partido y otros escribían cartas para el último buzón del campamento.

Tras la finalización del partido llegó la hora del buzón donde no paraban de salir lágrimas, esto se acaba, pero con buen sabor de saber que nos llevamos una familia. Agradecimientos a Carmen, a Cristina, al equipo de monitores que nos ha acompañado este año, Chus, Ladi, Mario y Carlos y a los monitores voluntarios que año tras año ganan en experiencia.

La gente sigue marchándose y a cada despedida las lágrimas vuelven a nuestros ojos, es inevitable, son tantas las emociones.
A continuación llega la hora de llenar un poco el estómago y para eso el albergue nos ha preparado una espicha, con gaitero incluido que iba amenizando la entrada al comedor. Tras llenar la tripa, continuaron las despedidas y cada vez quedamos menos. Finalmente nos fuimos todos poco a poco, y comenzaron a llegar fotos de componentes de la familia totalmente dormidos en los coches, es algo que pasa todos los años y pone punto y final a una fantástica semana llena de emociones.

                                      ¡¡¡ Hasta el año que viene Familia Alpe!!












Penúltimo día..

Ya solo nos queda un día,  mañana ya nos tendremos que despedir. Los monitores incasables nos despiertan de nuevo con música y altavoces.

Hoy hemos tenido jornada totalmente deportiva en el albergue, pero primero el desayuno.

Estuvimos haciendo una gymkana de deporte adaptado, con slalom, bádminton, esgrima y baloncesto, todo desde unas sillas de ruedas. Lo pasamos genial y al finalizar, el grupo que más puntos consiguieron quedó campeón y recibió unas medallas y una copa.

Tras la gymkana tocó el descanso para la comida, hoy algo típico asturiano, fabada, calamares a la romana y fruta. Tras terminar la comida nos fuimos a lavar los dientes.

Ya por la tarde, después de hacer la digestión de la fabada, hicimos varios equipos de tres personas, y jugamos el II triangular de baloncesto en silla de ruedas Campamento Alpe.

Los equipos que iban ganando pasaban ronda y los que perdían quedaban eliminado. Como había mucha gente esperando para jugar se dedicaron a animar a los otros equipos y otros se fueron a dar vueltas por la senda con los handbike. Al final, quedaron semifinalistas el equipo de los monitores & equipo "las obesas", juego que continuó el último día.

Hora de la merienda, sándwich de pavo.

Luego escribimos las cartas para el juego del buzón y nos fuimos para el comedor para la cena donde nos esperaban una rica ensalada mixta, hamburguesa con patatas y helado.

Subimos a nuestras habitaciones, nos lavamos los dientes y bajamos para leer las cartas del buzón.

Y luego, FIESTA !!!!





























viernes, 21 de julio de 2017

Día terrorífico

Ya quedan menos días, y aunque vamos estando cansados de tanta actividad, cada vez dormimos menos, pues queremos aprovechar cada momento que nos queda y disfrutar todos juntos.
Ya bajamos al desayuno vestidos con ropa deportiva. Hoy nos quedamos en el pueblo, pero disfrutamos de unas clases magistrales de Álvaro en atletismo, más precisamente en jabalina, peso y disco. Pese a tener poca destreza en dichas modalidades, aprendimos lo básico para realizarlas debidamente gracias a su labor. Para comer, lentejas, albóndigas y fruta. Terminamos la comida y nos fuimos a lavar los dientes. Después de comer, en nuestro tiempo libre, aprovechamos para escribir las cartas para el buzón y hacer la digestión, ya que por la tarde nos fuimos caminando a la plaza, donde se jugamos al ratón y el gato.
Después fuimos a la piscina. Estuvimos más de una hora a remojo. Alguno de nosotros salió arrugado como una pasa, del agua calentita. Ducha, cambio de ropa y merienda, sándwich de queso manchego. Caminata de vuelta al albergue. Hicimos una parada en el pueblo para comprarnos unas chuches los más peques y los mayores algún regalo o recuerdo que querían llevarse de estos días en el campamento. Dejamos las mochilas en las habitaciones, sacamos la ropa mojada para secarla y bajamos a jugar un rato hasta la cena, esta vez ensalada de pasta, croquetas y yogurt. Escribimos las cartas para el juego del buzón y a esperar la cena, hoy lasaña de carne y verduras y gelatina. Subimos a nuestras habitaciones, nos lavamos los dientes y bajamos para leer las cartas del buzón. Y luego tocaba ¡noche de terror!





jueves, 20 de julio de 2017

Dia de Pesca

Hoy nos hemos levantado más frescos, ya que ayer nos fuimos más pronto a la cama porque la mayoría estabámos reventados y con mucho sueño.
Después de desayunar partimos para nuestra nueva aventura y visita. Hoy, pesca y visita al Museo de las Anclas. 
Llegamos a San Juan de la Arena, un pueblito pequeño típico asturiano de costa, donde nos esperaban los monitores con un montón de cañas para pescar en la ría que pasa por el puerto.
Después de explicarnos cómo colocar los aparejos, el cebo y lanzar al mar, comenzamos con muchas ganas por ver quién podría sacar algún pescado, en grupos de tres o cuatro personas con una caña. Mientras unos se dedicaban a pescar, los demás nos dedicamos a volar cometas aprovechando que hacía aire. Cabe decir que se nos resistieron bastante y apenas despegaron del suelo.
Todos estábamos muy nerviosos y mirábamos las cañas de los demás compañeros más que la nuestra, y cada vez que alguien decía “¡Ha picado!” salíamos corriendo a ver qué pez podría ser, pero no hubo suerte. 
Nos pasamos un buen rato lanzando, cambiando los cebos y no conseguimos pescar más que algas y alguna que otra bolsa de plástico. Al menos hemos reciclado y limpiado algo el mar. Y eso que nos habían dicho que el que no pescara no cenaría. 
Después de comer y descansar un poco nos montamos en el bus y fuimos camino del pueblo de Salinas, muy cerquita de donde estábamos. Allí, justo al lado de la playa, está el Museo de las Anclas Philippe Cousteau, al aire libre, entre las rocas. Pudimos ver muchas anclas antiguas y saber de qué barco habían sido y qué historia tenía cada una de ellas. También había muchas esculturas de personas famosas. 
De camino de vuelta al albergue, los que consiguieron permanecer despiertos pudieron ver desde el bus la ciudad de Avilés, y las fábricas con chimeneas altísimas donde están las fundiciones de metales.
Subimos a nuestras habitaciones, nos lavamos los dientes y bajamos para leer las cartas del buzón.
Y después de cenar toca ¡la gran noche de Got Talent!








Y llegaron las despedidas..

Esto ya sí que se acaba, llegan las despedidas, tristes pero con ganas de que pase el año rápido para que empiece de nuevo la semana grande ...